lunes, 19 de marzo de 2012

la reproduccion

La reproducción
Muchos pájaros no se reproducen hasta la llegada de la primavera, sin embargo el periquito se aparea y cría en cualquier época del año, le es indiferente la estación en la que nos encontremos. No obstante, nosotros como cuidadores, debemos proporcionarles unas condiciones adecuadas para la cría, y lógicamente una temperaturas muy bajas típicas del invierno no son las condiciones más recomendables. Lo ideal es colocar el nido para los meses de marzo o abril.
Como ya tenemos claro que nuestra pareja es realmente una pareja y que ya está establecida, si la cosa va bien veremos que el macho se vuelve inquieto y travieso, cantando alegremente y saltando de un saltador a otro, se acercará a la hembra, se alejará y regresará rápidamente, mientras se aproxima a la hembra irá cantando y veremos como se le estrecha la pupila, dilatándose casi al punto de manera muy rápida.

Podemos conocer cuando una pareja, y concretamente la hembra, están en celo porque les cambia el céreo. En los machos el azul pasa a ser levemente más intenso y brillante. En las hembras es donde más se acentúa, ya que su color beige-marrón se vuelve marrón oscuro y algo más rugoso, está deseando ser madre.


Todo va según tiene que ir, pero falta el apareamiento. Cuando llegue el momento ella aceptará el cortejo del macho y se mostrará dispuesta, la veremos levantar la cola y reclinar la cabeza hacia atrás, toda una invitación que el macho no desaprovechará, colocará una de sus patas sobre la espalda de ella y un poco a lo torpe irá picando sobre ella mientras coge la postura para montarse encima, la cubrirá con una o las dos alas, mientras irá regalándole besitos continuamente, y entonces las cloacas de ambos entrarán en contacto y él depositará su semen en ella. Pueden estar apareándose durante tres o cuatro días. 
La hembra empezará a entrar en el nido, entrará y saldrá, poco a poco empezará a pasar más tiempo dentro, hasta que ya apenas la veamos salir del nido más que para hacer sus necesidades (las hará en gran abundancia) y comer algo. Esto significará que va a empezar la puesta de los huevos, una pareja normal y en perfectas condiciones pone una media de 4-9 huevos. No siempre de todos los huevos saldrá un polluelo, sobretodo si la pareja es primeriza. Los huevos que están fecundados tienen un color más rosáceo y los que no lo tienen más blanco, el color es más clarito respecto a los fecundados. 
Puesta e incubación 
Hemos dejado a nuestra hembra dentro del nido, sus salidas se van haciendo menos y menos frecuentes, hasta que al fin, a los diez o doce días de haber entrado al nido pone el primer huevo, que incuba desde el primer instante. 
En días alternos irá poniendo el resto de huevos hasta concluir la puesta, esto quiere decir que si el primer huevo lo pone un lunes, el segundo será para el miércoles y el tercero para el viernes, así sucesivamente, aunque debido a bajas temperaturas o a algún otro factor, los plazos pueden alargarse. La incubación corre por entero a cargo de la hembra, que apenas sale del nido más que para comer, y si su "esposo" es bueno, será él quien se ocupe de este menester. 
El macho se asomará al nido, la llamará y ella subirá y asomará la cabeza por el orificio, abriendo el pico, donde el macho depositará amorosamente la comida que ha preparado en su buche. Tampoco es raro ni debemos preocuparnos si el macho entra en el nido para alimentar a la hembra, así mismo, es también normal que alguna hembra no tolere que el macho se quiera meter hasta la cocina y lo quiera echar a patadas, o más bien, a picotazos. 
Es muy curioso observar a una periquita empollando, ya que está con las plumas erizadas cobijando por completo a los huevos. No hay que molestarlas cuando incuban, por lo menos excesivamente, mi experiencia me ha demostrado que hay hembras que aceptan mejor que otras que saciemos nuestra curiosidad abriendo la tapadera del nido, pero es mejor no abusar, ya que sino podemos ocasionar que abandone la nidada o que incluso rompa los huevos. 
Desde el primer instante chillan con una estridencia semejante a la del ratón, siendo gracioso oírlos. De esta manera se sabe que en el nido ya hay recién nacidos. Nacen sin plumas y con los ojos cerrados, los cuales no abren hasta el séptimo u octavo día de su existencia.
Durante la primera semana la madre les alimenta con lo que se llama “leche de periquita” que es una sustancia que segregan cuando están criando y en ningún caso puede ser reemplazada por la papilla de la cría a mano, ya que contiene nutrientes indispensables para el desarrollo del polluelo.
Mientras tanto les va naciendo un plumón de color blanco-ceniciento, que más adelante desaparece para dar paso al definitivo y verdadero plumaje. Si os fijais, podréis observar que las crías tienen abultada la parte del cuello, no os alarméis porque eso es el buche. 
Cómo alimentar a los progenitores que están criando
Los únicos cuidados que requieren es que no les falte mijo, alpiste, avena (su mezcla de semillas habitual), lechuga, agua y hueso de sepia o jibia.
Deberán disfrutar de todos estos alimentos diariamente, ya que las semillas les son indispensables como alimento, el agua y la lechuga para ayudar a la digestión y posterior regurgitación a los polluelos, aparte de ser necesarias para el organismo, y el hueso de sepia para la formación de los huesos y buen desarrollo de las crías, puesto que lo que coman los padres, comerán sus polluelos.
En las tiendas de animales venden un compuesto llamado "pasta de cría", que como su nombre indica es especial para parejas reproductoras. Normalmente no le harán ni caso hasta que no nazcan los polluelos, que es cuando la comerán para alimentar a los pequeñuelos.
Desarrollo y salida de los ejemplares jóvenes
Cuando han cumplido alrededor de los 30-35 días de edad, los ejemplares van saliendo del nido, pero como ocurrió con la puesta de los huevos y la posterior eclosión, no salen todos a la vez, sino que el primero que sale es el primero que nació.
La alimentación dentro del nido corre a cargo de la hembra ayudada del macho, quien entra en el nido y va cuidando también de la prole. Fuera del nido, normalmente se encarga el padre hasta que ellos ya son lo suficientemente hábiles para procurársela ellos mismos, este aprendizaje dura unos diez días.
Si hemos topado con una pareja buena, veremos como aún sin haber salido todas las crías del nido, ya ha empezado la hembra una nueva puesta de huevos.
Separación
Es un punto en el que hay que tener bastante cuidado. No podemos poner a un periquito recién salido del nido, solo en una jaula porque no sabe donde queda la comida y puede morir de hambre, no es una tontería.
Pero puede darse el caso, como me ha sucedido a mi, que una vez el primer polluelo sale del nido, la madre ya no vuelve a dejarlo entrar y se pone agresiva con él, llegando incluso a hacerle daño, en este caso hay que apartarlo enseguida. Yo lo que hacía era colocar a estos recién salidos en otras jaulas con otros pericos ya adultos, así podía fijarse en ellos y aprender a comer, a ver donde queda el agua, lo que es la vida de un periquito.
Que un polluelo sea atacado por sus padres se debe a que seguramente la hembra va a empezar una nueva puesta, no reconocerá a su hijo y atacará. En una jaula apenas hay espacio para huir, con lo que puede sufrir mucho daño.
Así que yo recomiendo estar pendiente de la primera salida para ver como reaccionan sus progenitores y si es conveniente separarlos de ellos. Si todo marchara bien, la separación debe realizarse unos diez días después de la salida.
La alimentación será la corriente, o sea, la indicada para la comida del periquito en general.
Lances en la cría
Aquí te muestro algunos de los problemas que se te pueden presentar en la cría, no están todos, pero si los más usuales:
Muerte de los polluelos, esto puede ser debido a la falta de comida, descuido nuestro, sobretodo de la lechuga, hay que darles periódicamente una hojita de lechuga, lavada y no muy fría si la hemos sacado del frigorífico. Tampoco les debe faltar nunca agua. Recuerda que los polluelos se alimentan de lo que comen los padres.
Puede darse que fallezca uno de los progenitores:
Están incubando y fallece la hembra, no podrá hacerse nada salvo si tenemos otras parejas criando, probar a depositar un par de huevos por nido.
Están incubando y fallece el padre, la hembra puede continuar incubando o no, depende de ella, ya no tendrá el apoyo del macho para alimentarla.
Polluelos nacidos y fallece la hembra, si la hembra fallece dentro del nido se enfriará y dejará sin calor a las crías que fallecerán también, si muere fuera o ya son algo grandes y retiramos el cuerpo de la madre, los polluelos piarán pidiendo comida al padre que se encargará de alimentarlos, y lo hará bien, pues a mi me ha ocurrido, se me escapó la hembra, pero eso sí, los polluelos ya deben estar un poco crecidos.
Polluelos nacidos y muere el padre, no hay problema. Ella seguirá criándolos.
Otro lance frecuente es encontrarnos con huevos fuera del nido, o rotos , debido posiblemente a que hemos estresado a nuestra hembra abriéndole el nido cada dos por tres para mirar en su interior, no hay que abusar, y si lo hacemos hemos de procurar no asustar al animal o esperar a que salga a comer y echar un rápido vistazo. Para este caso sirve lo dicho anteriormente, podemos coger los huevos con cuidado y volver a colocárselos a ella o a otras parejas que estén incubando.
Si es un pequeño polluelo el que nos encontramos que han echado fuera del nido, jamás debemos intentar de alimentarlo nosotros porque lo único que haríamos es acelerar su muerte, sólo nos queda devolverlo al interior del nido y esperar.
De este problema ya he hablado anteriormente, y es que la hembra ataque a sus crías conforme van saliendo del nido, esto no se puede curar, y lo único es vigilar la salida y alejarlos de la hembra, poniéndolos en otra jaula con más pericos para que aprenda a comer, si no podemos hacerlo, podemos optar por ser la hembra quien sea apartada, pues las crías ya serán lo suficientemente grandes para que sea el padre quien se encargue de ellas. Yo prefiero la primera opción, apartar a las crías, pero con mucho cuidado de vigilar que coman.
Otro de los problemas que muera la hembra durante la puesta por atravesársele un huevo, en este caso, si observamos que están alicaídas y con el plumaje erizado, le untaremos el bajo vientre con una plumita mojada en aceite de oliva puro, muy refinado, ya que esta untura puede facilitar la depositación del huevo.
Resumen y últimos consejos
A modo de recopilario, los pasos a seguir serían:
1. Una pareja de periquitos, macho y hembra, con un año de edad y que esté establecida. Si no lo está habremos de esperar a que la hembra acepte al macho.
2. En una jaula de cría para ellos solos ponerles un nido, esto les incitará a críar.
3. La alimentación típica cuidando que no falte hueso de sepia, piedra de calcio y lechuga.
4. Él la montará, ella empezará a entrar al nido hasta que llegue un momento en que ya apenas salga
5. Pasadas unas dos semanas aproximadamente la hembrá pondrá su primer huevo, los sucesivos serán en días alternos.
6. Transcurridos unos dieciocho días eclosionará el primer huevo, los demás en días alternos.
7. Treinta días después del primer nacimiento, el primer polluelo en nacer saldrá del nido.
8. Si todo va bien, dejaremos a la descendencia con los padres para que aprendan a comer, si hay problemas los separaremos de los padres, cuidando de que no mueran de hambre por no saber dónde quedan los comederos.
Unos últimos consejos
La cría desgasta mucho ya que exige un gran esfuerzo físico, así que no debemos permitir que nuestra pareja haga más de dos o tres puestas al año, procurando que haya descanso entre una puesta y otra. Si dejamos el nido puesto seguirán y seguirán criando hasta que la hembra muera de puro agotamiento, además de que las últimas nidadas serán muy débiles.
Podemos encontrarnos que para cuando vayamos a retirar el nido porque ya ha salido el último polluelo, nos demos cuenta que la hembra ya tiene empezada una nueva puesta, si no queremos que continúe dejaremos que acabe la puesta, si retiramos el nido prematuramente, romperemos el ciclo de la periquita, que se verá obligada a buscar otro nido, con los problemas que eso puede ocasionar de estrés psicológico e incluso problemas físicos. Así que esperaremos a que deposite el último huevo y lo ideal sería sustituirlos por huevos de plástico y esperar a que sea la propia hembra la que abandone el nido, aunque eso no siempre funciona, así que simplemente retiraremos el nido y aprovecharemos para limpiar y desinfectar, así dejaremos el nido listo para futuras ocasiones.
Para el que se lo pregunte no hay ningún problema en cruzar periquitos australianos o comunes con periquitos ingleses. Si es la hembra la inglesa, los periquitos saldrán con su tamaño, pero no tan grandes como un inglés puro. Si es el macho el inglés, nacerán más próximos a los comunes, aunque también serán levemente más grandes.





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